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Lesioné mi rodilla hace tres años. Sufrí y preocupé por un año antes de decidir hacer algo positivo. Finalmente, el médico me envió a la terapia física. En seis semanas, estaba moviendo con mucho menos dolor, y mis pasos fueron muy mejorados. Después, continué mis ejercicios cada día en mi casa. Las lecciones que aprendí fueron ejercicio sin impacto, y no sentar demasiado. Estoy mucho, mucho mejor ahora. Lo mayor del tiempo sin dolor. Todavía deseo mucho tener una máquina elíptica cuando no puedo caminar afuera. Después de dos años de entrenamiento y ejercicio, siento mejor que nunca antes en mi vida, y tengo setenta años!

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