¿La carne roja provoca diabetes? ¡Desmontando mitos!
Descubre la verdad detrás del estudio que relaciona carne roja y diabetes tipo 2. ¿Ciencia o sesgo? ¡Entérate ahora!
¡Feliz domingo!
Recientemente, un estudio científico ha sacudido los medios con un titular alarmante:
¡Estudio científico demuestra que consumir carne roja aumenta el riesgo de padecer diabetes tipo 2! 😱
Pero, antes de que tires a la basura esa deliciosa chuleta de vaca vieja que tanto te apetecía, te invito a profundizar un poco más en este estudio y examinar si realmente cumple con los estándares de la ciencia rigurosa.
¡Ah, y por cierto! Este es un nuevo formato de artículo, así que estaré encantado de saber si te gusta: no dudes en dejarme un “like” o un comentario.
El Estudio Controvertido
Recientemente, la prestigiosa revista “American Journal of Clinical Nutrition” ha publicado un estudio que ha suscitado debates intensos1:
Donde se demostraba una relación entre el consumo de carne roja y un mayor riesgo de diabetes tipo 2.
En él se establece una correlación entre el consumo de carne roja y un incremento en el riesgo de diabetes tipo 2. Los autores integraron datos de tres estudios previos, en los que se encuestó a 216.695 profesionales de la salud acerca de su estilo de vida.
Los hallazgos son contundentes:
👉 Quienes consumen más carne tienen un 62% más riesgo de desarrollar diabetes tipo 2.
Personalmente, esto me resulta bastante alarmante y me despierta ciertas dudas. Pero, primera vista, todo parece validar el estudio:
Publicado en una revista prestigiosa.
Análisis realizado en una amplia muestra poblacional.
Resultados con un impacto considerable y estadísticamente significativos.
Sin embargo, al profundizar más, descubriremos que las cosas no son tan sencillas como parecen.
Mirando Más Allá de los Titulares
Empecemos con una cuestión metodológica: este estudio es epidemiológico y solo permite ver la relación entre dos variables, en este caso “consumo de carne” y “incidencia en diabetes tipo 2”.
Aunque el estudio encuentra una correlación entre estas variables, a nivel científico, se considera que esta es una evidencia muy débil.
Hay varias razones para fiarse poco de estos datos ( 1. los datos nutricionales obtenidos a través de cuestionarios son poco fiables, 2. correlación no implica causalidad) pero hoy me quiero centrar en un problema muy importante que presentan la mayoría de los estudios sobre estilo de vida:
El sesgo de la persona sana: cuando alguien se preocupa por su salud, en general realiza múltiples cambios en su vida (deja de fumar, hace más ejercicio, bebe menos alcohol, mejorar su dieta, comer menos carne…), lo que mejora su salud en general. Pero esto hace muy difícil identificar que intervención causó la mejora de la salud.
Con esto en mente, examinemos esta tabla del estudio, que muestra los hábitos de los grupos divididos por su consumo de carne. Para aclararlo, he añadido algunas etiquetas:
El grupo “Q1” es el que menos carne consume y lo he llamado “VEGANOS”.
El grupo “Q5” es el que más carne consume y lo he llamado “CARNIVOROS”.
He resaltado con círculos los datos más relevantes:
Como puedes ver los "carnívoros":
Ingieren unas 800 Kcal más al día que los "veganos".
Hacen menos deporte.
Fuman más.
¡Parece que comer carne nos lleva a peores hábitos!
Bromas aparte, lo que estás viendo es, efectivamente, el “sesgo de persona sana”. Esto queda claro al mirar el consumo de “multivitamínicos” (penúltima línea de la tabla), un indicador claro de preocupación por la salud y que es muy superior en los “veganos” que los “carnívoros”.
En conclusión, después de este análisis, lo que el artículo realmente muestra es que:
👉 Las personas con menos cuidan su salud tienen más diabetes tipo 2.
¡Vaya descubrimiento! 😂
Pero aún nos queda la duda:
¿Podría la carne ser uno de los factores de riesgo?
Aquí, la ciencia es concluyente.
La ciencia sobre la carne y la diabetes tipo 2
Lo más impactante de este estudio no son sus resultados, sino que contradice lo que ya ha sido ampliamente demostrado por la ciencia. Permíteme mostrarte varias evidencias, desde las menos concluyentes hasta las más sólidas.
1) Datos históricos y ecológicos
Los registros antropológicos indican que los humanos y sus antepasados han consumido carne durante, al menos, 4 millones de años2 mientras que la diabetes tipo 2 es una enfermedad reciente, prevalente solo en los últimos 50 años.
¿Qué sucedió durante esos 4.999.950 años en los que consumíamos carne sin sufrir diabetes?
Más aún: ¡El incremento de la incidencia de la diabetes coincide con una disminución del consumo de carne!
Es verdad que estos datos son correlaciones y no causalidades. Por ello, muchos científicos han estudiado esta relación usando los métodos científicos más rigurosos.
2) Evidencia de estudios clínicos
Los datos más sólidos en ciencia provienen de:
Ensayos clínico caso / control: donde se controlan todas las variables excepto la investigada.
Metaanálisis de ensayos cínicos: que agregan los resultados de múltiples estudios.
En la literatura científica encontramos muchos estudios de este tipo que investigan la relación entre carne y diabetes tipo. Te cito los dos publicadas por revistas de primer nivel: uno publicado por “European Journal of Clinical Nutrition”3 y otro por “Advances in Nutrition”4.
Estos dos metaanálisis concluyen (y cito literalmente) que:
“Los resultados de este metaanálisis sugieren que la ingesta de carne roja no afecta la mayoría de los factores de riesgo glucémicos e insulinémicos para la diabetes tipo 2“.
Por si esto no fuera suficiente, ¡se ha demostrado repetidamente que dietas bajas en azucares y altas en proteína animal son capaces de revertir la diabetes tipo 2!5
En definitiva:
👉 Nos encontramos ante un absurdo: este estudio usa datos débiles y asociaciones dudosas para hacer afirmaciones ampliamente desmentidas por la comunidad científica. ¡Y además se ha publicado en una revista prestigiosa!
¿COMO ES POSIBLE?
Para que lo entiendas quiero presentarte al autor del artículo.
El Enemigo de la Carne: Dr. Walter C. Willett
Os presento al Dr. Walter C. Willett, autor de este polémico artículo, profesor de Harvard y uno de los nutricionistas más influyentes del mundo.
El Dr. Willett, con 30 años y más de 200 artículos científicos es un defensor acérrimo de la dieta vegetariana. Su enfoque es tan extremo que ha llegado a sugerir que la dosis óptima de carne diaria es de apenas 14 gramos, lo que equivale a una cucharada sopera 🙄.
Sin embargo, la postura del Dr. Willett parece estar más impulsada por una ideología que por una investigación objetiva:
Está vinculado con la Iglesia Adventista del Séptimo Día, conocida por promover una dieta vegetariana.
Ha recibido millones de dólares en financiación de entidades relacionadas con la alimentación vegetal, como el Instituto del Cacahuete y la Comisión de la Nuez de California, etc.).
Copreside la Comisión EAT-Lancet, proyecto fundado por Gunhild Stordalen, una millonaria famosa por defender el veganismoa6.
Es conocido por su rechazo a cualquier estudio que contradiga su visión, sus comentarios contra la gente que tiene opiniones distintas a la suya han sido tan agresivos que revistas tan prestigiosas como Nature, tuvieron que pedirle moderación7 😯).
No quiero aburrirte enumerando más conflictos de interés. Si quieres saber más te invito a revisar este resumen.
En resumen, deberíamos mantener un escepticismo saludable sobre cualquier estudio de Willett que se oponga al consumo de carne, dada su falta de imparcialidad evidente.
Entonces, surge la pregunta:
¿Cuál es el verdadero objetivo detrás de este artículo?
La edad de la desinformación
Espero que a estas alturas coincidamos en que:
Este estudio es metodológicamente cuestionable.
Resalta una asociación (carne - diabetes) obviando correlaciones más convincentes (mayor ingesta calórica, tabaquismo, menos ejercicio), un claro ejemplo de “sesgo de persona sana”.
Además, esta asociación ha sido refutada por estudios más robustos y fiables.
El autor del artículo, un conocido opositor al consumo de carne, basa sus argumentos en ideologías, desatendiendo la evidencia científica
Pero hay un último y crucial aspecto por analizar:
¿POR QUÉ?
Dado lo que te he contado es evidente que la comunidad científica no se lo tomará este estudio muy en serio. Sin embargo, el fin de este artículo no era aportar conocimiento, sino generar titulares impactantes.
Fíjate en lo que salió en el New York Times:
👉 El propósito de este artículo es influir en la opinión pública para reducir el consumo de carne.
No entraré en si este propósito es bueno o no. Respeto la preocupación por el medio ambiente que llevan a mucha gente a consumir menos carne, pero lo que es evidente es que en términos de salud, esto carece de sentido y no me parece correcto que se utilice la ciencia para impulsar una agenda política.
Por cierto, si te interesa un día de estos me meto en el impacto ecológico de consumir carne para ver hasta que punto es malo para el medio ambiente o no. Me lo puedes decir en los comentarios.
Y con esto termino, no sin antes citarte las fuentes que he usado para escribir este artículo. He tenido la suerte de encontrar a dos personas que ya habían hecho el arduo trabajo de analizar el artículo y su contexto. Yo solo lo he revisado todo y redactado mi versión.
Mike Mutzel de Hight Intensity Health en este vídeo.
Nina Teicholz de Unsettled Science lo hace en este artículo.
No te olvides de dejar un “like” si te ha gustado el artículo. También te agradeceré que lo compartas con la gente que amas.
¡Nos vemos la semana que viene!
Gu, X., Drouin-Chartier, J. P., Sacks, F. M., Hu, F. B., Rosner, B., & Willett, W. C. (2023). Red meat intake and risk of type 2 diabetes in a prospective cohort study of United States females and males. The American Journal of Clinical Nutrition. https://ajcn.nutrition.org/article/S0002-9165(23)66119-2/fulltext
Mann, N. J. (2018). A brief history of meat in the human diet and current health implications. Meat science, 144, 169-179. https://www.sciencedirect.com/science/article/abs/pii/S0309174018301712
Sanders, L. M., Wilcox, M. L., & Maki, K. C. (2023). Red meat consumption and risk factors for type 2 diabetes: a systematic review and meta-analysis of randomized controlled trials. European Journal of Clinical Nutrition, 77(2), 156-165. https://www.nature.com/articles/s41430-022-01150-1
O'Connor, L. E., Kim, J. E., Clark, C. M., Zhu, W., & Campbell, W. W. (2021). Effects of total red meat intake on glycemic control and inflammatory biomarkers: a meta-analysis of randomized controlled trials. Advances in Nutrition, 12(1), 115-127. https://www.sciencedirect.com/science/article/pii/S2161831322003696
Athinarayanan, S. J., Adams, R. N., Hallberg, S. J., McKenzie, A. L., Bhanpuri, N. H., Campbell, W. W., ... & McCarter, J. P. (2019). Long-term effects of a novel continuous remote care intervention including nutritional ketosis for the management of type 2 diabetes: a 2-year non-randomized clinical trial. Frontiers in endocrinology, 10, 348. https://www.frontiersin.org/articles/10.3389/fendo.2019.00348/full
Shades of grey Nature volume 497, page410 (2013) https://www.nature.com/articles/497410a
M'agrada aquesta pregunta que planteges: "¿Qué sucedió durante esos 4.999.950 años en los que consumíamos carne sin sufrir diabetes?" Crec que és aplicable a molts altres estudis dietètics. Fer una enquesta a: "216.695 profesionales de la salud acerca de su estilo de vida" costa una milionada. D'on surten tants diners? Més a vall o dius. Cal fer-se preguntes constantment sobre tot allò que et diuen com una veritat inqüetionabla. Per acaba, la caixa de lletra dels correus podria ser una mica més gran?
Sí, nos interesa conocer la verdad sobre la polémica relación entre la producción del ganado 🦙 en general y del cerdo en especial con el medio ambiente.